sábado, 9 de abril de 2011

ANTORCHA FUE FARO


Oteo el horizonte

del mar silente abierto

bajo un cielo estrellado

que invita soñar despierto.


Espero a mi amante

que viene de muy lejos

en un barquito velero

empujado por el viento.


No es por el mar

la zozobra

que ahoga mi aliento,

sino por las rocas

que cierran paso al puerto.


Me encaramo a la cúspide

de la roca más saliente,

antorcha en mano alumbro

cual faro no existente,

al puerto de mis amores

no se hunda a la entrada

el velero de mi suerte.


En esta noche de estrellas

de brisa aromática en sales

de un mar favorecedor

de sus olas amantes,

hasta la Luna brilla más

y sonríe abiertamente

cuando el barquito velero

entra triunfal en el puerto.


En alborozado encuentro

me reuno con mi amante

que a una insinuación mía

se retira a la bahía

donde damos rienda suelta

a tanto amor contenido

que en la distancia soñábamos

hacer físico algún día:


Amacados por el vaivén

del movimiento del velero

nuestros cuerpos se desnudaron

quedando pieles al viento,

nuestras manos se buscaron

nuestros labios se besaron;

fue tal embelesamiento

de unos ojos en otros, encontrado

que se izaron las olas

en las encrespadas ansias

donde barcas y timoneles

en carrera sin obstáculos

llegaron al unísino, sisueños

donde descansar el esfuerzo

que les llevó al infinito del cielo.



Leonor Rodríguez Rguez.


Safe Creative #1104128958539

No hay comentarios: