En el crepúsculo de esta tarde sinuosa
ensimismada contemplo nuestro mar,
tarde templada en el mar Cantábrico,
clima suave, sin extremos qué desafíar.
Apacible hamaqueo de mi cama improvisada,
miro desafiante a la noche cercana
sin mover un solo músculo
en extremis de relax.
A la vista de la Luna
y de la estrella polar,
los demás luceros se dejan admirar,
bajo la bóveda celeste, embrujo total.
Siseos del mar con la brisa,
abanico de olas rumor de castañuelas,
en el bosque cercano un chillido
resuena quejumbroso, agónico,
indica la muerte de un ratoncillo
por el búho que canta triunfal,
la despensa tiene que llenar
para su prole alimentar.
Entrecerrados los ojos tiembla mi interior
al pensamiento sublime del recuerdo de vos,
torrente de ilusiones de mi corazón amante
lleva mi sangre ardiente el eco de tu voz.
Sigue imperturbable el hamaqueo silencioso,
misterioso balanceo despierta mis sentidos.....
¡ aquí estas tú! con tu sonrisa de siempre.....
acariciando mi pelo, mi frente......
Al sellar mi boca con tus besos
las entrañas se revuelven excitantes
y en mi barca acontecen deseos delirantes
apagados con la antorcha de tu cuerpo
y los ríos fascinantes.....
Todo fue un sueño voluptuoso, amor,
provocado por la nostalgia de tí
y el ambiente embriagador;
fue tal desilusión....
por mis mejillas rodaron
perlas en llanto de amor.
Leonor Rodríguez Rodríguez.
1 comentario:
UFFFFFFFF, SE SIENTEN LOS SENTIMIENTOS...
UN ABRAZO
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