Las candilejas del teatro de la vida,
engañosas luciérnagas hipócritas,
me llevaron a la cúspide de amoríos
bien pagados, consentidos, lujuriosos....
hundiéndome en pozo de desafíos,
entre seguir con desenfreno arrojo
los placeres del mundano desatino
o recogerme en brazos humildes
de un amor sublime y hermoso.
El cuerpo cansado, llanto en mi pecho,
diamante en garras de una joya,
días de canto de Sirenas añorados
que mi alma proclama ahora:
Sencillez en la fuente de mis actos,
arroyos cristalinos enmarcados mis haceres,
vivir bajo un cielo azul sosegado
en armonía de paz, respeto, amor.....
Triste y sola me abrazo
a lo que pudo haber sido,
quimeras de un ayer
que no supe comprender
cegada por las luces sinuosas,
canto bello de pájaros
en mi mente anidados.
Leonor Rodríguez Rguez.
6 comentarios:
todos pasamos por alguna equibocación. muy nostálgico su tema.
besos
Gracias, mi amigo Reltih, por tu siempre estar.
Saludos afectuosos.
Leonor
muches gracies por brindarnos tan bonita poesía. Un besin de una asturianina.Grracies por hacerte seguidora mia.
Gracies, Xiana, por entrar y agradezcute gustete el míu blog.
Abrazos
Leonor
Me parece este bellísimo Leo. Cada vez escribes mejor. Me tienes anonadada. Yo quiero ser como tú.
Muchos besos
Qué dices, cariño, Milagros......
tú que de una foto sacas un vergel de poesía.
Abrazos
Leonor
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