Mis retiros fantasmales
de envolverme en halo,
me llevan al subconsciente,
que me da la dicha,
de vivir esencias
de una vida digna.
Mundo sin sorpresas
sin designios de guerras
y malos entendidos,
todo en concordia,
donde la luz brilla
en cada persona.
Armonía constante
en el conjunto
del día a día,
donde la gente
refleja en su cara,
la sublimidad, no percibida.
Suntuoso planeta
en el que me alojo:
No cruje en sus entrañas
suspiros ni enojos.
Hombres, mujeres y niños
sonríen por doquier
transmitiéndose sus alegrías
que hacen palidecer .....
a las mentes más exigentes
de volver nuestra tierra
del revés.
Leonor Rodríguez Rguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario