A mi dicharachero hermoso:
Han sonado los clarines
en la Casa Real de NADAYNADA,
de un salto me levanto
me asomo a la ventana:
El Regidor pliego en mano,
con canto y encanto en su gracia,
pregona a los cuatro vientos
el cumple de Su Majestad,
Rey del verbo y el beso,
Rey de nuestra casa.
Una salva de cañonazos
sella el tiempo en años,
fue tal el estruendo
que no pude contarlos,
¿ ciento veinticuatro.....a caso?
¿o la mitad y alguno menos?
todos los años igual,
de los años de Su Majestad
nunca me pude enterar.
Ante Vuecencia me inclino:
Le regalo este jardín,
frondoso en su vestir,
de flores de mil colores:
Por las rosas muertas,
que dejaron en su alma muescas.
Las que se fueron
que sellaron su labios
con mustios recuerdos.
Las que hicieron mella
en su corazoncito tierno.
Y por mi, que caí en la olla
de gustosos potingues
amalgama de versos,
pócima milagrosa,
entrándome en jardines
de quimeras y otras cosas,
soltando mi lengua en versos
de amor y beso.
Leonor Rodríguez Rguez.
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