Todo lo intentó
pero fue en vano:
Sus lisonjas, ahora, son púas
en dedos de acero
que atenazan su cuello
como cuerda de ahorcado
estrangulando sus palabras.
Esconde su cara entre los brazos
no soporta el baboseo insistente
en conseguir sus caricias y besos
que antaño le daba sin recato;
fueron noches de vigilia y desespero
deambulando por la casa
esperando en la penumbra
la ansiada llegada.
La fuente del amor se secó
entre suspiros y llantos,
en el caminar del tiempo
el manantial se extinguió
y con él se volatizó el amor.
No reconoce al que tanto amó
convertido, hoy, en bestia despiadada
por conseguir su cuerpo y no el alma,
monstruo que la acorrala y difama
imponiéndole sus derechos
como a ramera bien pagada.
Todo lo intentó
pero fue en vano:
Desmadejado cuerpo, lacios brazos.....
pelele entre sus manos, lo desconcertó,
con palabras soeces y ademanes ingratos
huyendo, como lobo apaleado,
juró no volver a buscar
lo que había abandonado.
Leonor Rodríguez Rguez
pero fue en vano:
Sus lisonjas, ahora, son púas
en dedos de acero
que atenazan su cuello
como cuerda de ahorcado
estrangulando sus palabras.
Esconde su cara entre los brazos
no soporta el baboseo insistente
en conseguir sus caricias y besos
que antaño le daba sin recato;
fueron noches de vigilia y desespero
deambulando por la casa
esperando en la penumbra
la ansiada llegada.
La fuente del amor se secó
entre suspiros y llantos,
en el caminar del tiempo
el manantial se extinguió
y con él se volatizó el amor.
No reconoce al que tanto amó
convertido, hoy, en bestia despiadada
por conseguir su cuerpo y no el alma,
monstruo que la acorrala y difama
imponiéndole sus derechos
como a ramera bien pagada.
Todo lo intentó
pero fue en vano:
Desmadejado cuerpo, lacios brazos.....
pelele entre sus manos, lo desconcertó,
con palabras soeces y ademanes ingratos
huyendo, como lobo apaleado,
juró no volver a buscar
lo que había abandonado.
Leonor Rodríguez Rguez
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2 comentarios:
Hola amig@!! Te invito a que me acompañes dando un paseo por la orilla del mar, iremos dialogando en silencio mientras nuestros ojos se pierden entre las doradas dunas que bordean el entorno bajo un benigno clima que siempre acoge al visitante.
De paso haremos una alto en el camino para reponer fuerzas, tomando un mus de gofio, a la vez que brindamos a los oídos la oportunidad de sentir el embrujó de estas tierras al escuchar una Isa o unas Folías música arraigada a estas tierras Canarias.
¿Me acompañas?
María del Carmen
PD/A principio de semana poso mis pies por esas calles de nuevo...
María del Cármen, si vienes a principios de semana, ¡llamame al 606 66 42 88!! me gustaría conocerte y charlar tomando algo...
Abrazosssssss
Leonor.
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