Si alguna vez me buscas
me encontrarás en crepúsculos de tardes,
no me hallarás entre espinas
ni fogatas de pesares.
Mi corazón no se detiene
en amargos pantanales,
le da vida a las estrellas
al azul de los mares;
vuela como paloma
en campos y bellos valles,
se recrea en las flores
en los cantos de las aves.
¡ Qué brille la claridad!,
¡qué entre el sol a raudales!
que mi mente no acoja
la cizaña de los males.
La puerta dejo abierta
al amor y la verdad
y mi alma de poeta
clame por la paz.
Leonor Rodríguez Rodríguez
me encontrarás en crepúsculos de tardes,
no me hallarás entre espinas
ni fogatas de pesares.
Mi corazón no se detiene
en amargos pantanales,
le da vida a las estrellas
al azul de los mares;
vuela como paloma
en campos y bellos valles,
se recrea en las flores
en los cantos de las aves.
¡ Qué brille la claridad!,
¡qué entre el sol a raudales!
que mi mente no acoja
la cizaña de los males.
La puerta dejo abierta
al amor y la verdad
y mi alma de poeta
clame por la paz.
Leonor Rodríguez Rodríguez