PERDÓN

El remordimiento me atormenta
aporrea mi pecho como juego de bolos,
como nubes que ríen en tormenta
estremecedora, agitando mi corazón.

No te engañé,¡ bien lo sabe Dios!,
el tiempo pasado
las circunstancias de la vida
por unas horas me olvidé de vos.

Fue en aquel recinto que tu bien conoces
de praderas, jardines, ánades misteriosas
dormitando en la noche,
noche estrellada, solo alumbrada
por cuatro farolas de acá para allá,
noche de verano, templada, lujuriosa
que invita soñar.

Allá en el centro, majestuoso
nuestro kiosco de música
alumbrado dulcemente por rayos misteriosos
que, le visten de diferente color.

Aparecen los mariachis
con sus esplendorosos trajes,
sombreros que invitan a besos de amor
bajo sus grandes alas
que, guardan todo pudor.

Fueron momentos de ensueño,
te lo confieso mi amor,
cuando con canciones sensuales
en movimiento sinuoso se desplazaba
el mariachi que cantaba mejor....
por los pasillos de asientos en tinieblas
ocupados por gente de todo color.

Aquí se acerca el mariachi
con su canción a viva voz,
se acerca y se acerca
con movimientos solemnes
le miro a los ojos, me mira,
pienso: que no se pare que siga,
a mi lado con su canción, en reverencia
descubre su cabeza, una estrofa me dedica
que yo coreo tímida en baja voz.

No fue más que ésto mi amor,
pero te confieso,
estuve en el séptimo cielo,
sin darme cuenta perdí la razón,
me olvidé de ti.

Lo siento mi amor
no fue mi intención haceros de menos
ni en pensamiento.
Lo siento, perdón.

Leonor